Guantes de seda de serie para la nueva fórmula 1
Las primeras declaraciones de Fernando Alonso ya aventuraban la difícil convivencia de un estilo de pilotaje más agresivo y el rendimiento de las gomas. Estilos como el de Lewis Hamilton, que “cuadran” las curvas manteniendo el monoplaza en un equilibrio imposible entre el sobreviraje y ligeros derrapes, van a tener consecuencias letales sobre la degradación de los neumáticos.
Cuando Alonso comenzó a retrasar su entrada en curva buscando un poco de subviraje para meter en el último momento el coche en curva y salir así antes que nadie de la misma, descubrió que el estrés al que sometía las gomas Pirelli ya no le ayudaba a mantener la temperatura de la mezcla que tan bien le venía a los Bridgestone el año pasado. El primer día de entrenamientos en Valencia observó aterrado cómo sus neumáticos dejaban de funcionar y decaían casi de inmediato.
A los Pirelli estas exigencias se les atragantan y en pocas vueltas la goma deja de rendir al máximo nivel. La carcasa del neumático (la parte lateral) es mucho más blanda que los ultrarígidos Bridgestone de 2010, por lo que la gestión térmica cambia totalmente. Ferrari ya no sufrirá en clasificación porque sus gomas tardaban dos y casi tres vueltas en tener la temperatura óptima; ahora, en medio giro los Pirelli ya pueden dar lo mejor de sí. De hecho, si se exagera en la salida de boxes en la vuelta de clasificación, el piloto puede quedarse sin neumático para hacer su mejor tiempo.
Por el contrario, los pilotos que el año pasado sufrían por ser excesivamente finos en su estilo de conducción, en 2011 van a poder rendir al máximo nivel, puesto que las ruedas Pirelli saben pagar los mimos y la dulzura al volante al tiempo que castigan a los más osados.
Para ganar el mundial, los pilotos tendrán que guardar la fusta y sacar los guantes de seda, manteniendo máxima atención a no salirse de la trazada, porque un compuesto blando que puede durar 10 vueltas, una vez que ha comenzado la carrera, tarda casi dos giros en limpiarse la suciedad tras una mala pasada por la zona sucia. Un 20% de la vida útil de un neumático perdida por un error puede suponer la diferencia suficiente entre la victoria y la derrota, por encima de otros factores como el KERS y el ala móvil.
Es esta una buena solución para generar más espectáculo carrera tras carrera? Vale que un neumático nuevo va a coger temperatura más deprisa y por tanto rendir más, pero ello va en detrimento de cualquier riesgo "de más" por parte del piloto, por esas ganas de arañar décimas cueste lo que cueste.
Dicen que el estilo de Hamilton es tosco, afresivo. Pero gusta, y da espectáculo, polémica o como le queramos llamar. Montoya era agresivo y hacía carreras para recordar, Alonso lo da (daba) todo sobre mojado y sacaba los colores al que lo viese...
Es pues una buena solución el tener que ir con pies de plomo en cada curva? El tiempo lo dirá...
(Vía thef1.com)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario