Obama y su limusina, peripecias europeas

Esta semana Barack Obama estuvo en Irlanda volviendo a los orígenes de sus antepasados. Indirectamente también ha comprobado que los enormes coches americanos no son muy del gusto europeo y es que solo a todo un presidente de los Estados Unidos se le puede ocurrir traerse a las carreteras europeas una mala bestia de aproximadamente ocho toneladas.

Entre los sitios que visitó Obama durante los días en Irlanda, estaba la Embajada de Estados Unidos en Dublín, donde al ir a salir se produjo un epic fail de proporciones presidenciales. Como causas y antecedentes del incidente presidencial, pondremos la trampa de salida de la embajada, con una pendiente ascendente y descendente demasiado pronunciadas para la longitud entre ejes del vehículo. También tenemos que el que avisa no es traidor, y el encargado en dar este aviso fue el BMW Serie 7 que precedía a la limusina presidencial.



El BMW Serie 7 rascaba sus bajos en la rampa, agradable sonido que se escucha en los primeros segundos del vídeo, sonido que anuncia la tragedia. En pocos segundos el enorme Cadillac blindado presidencial va a quedarse enganchado. El resto es historia de los epic fail, un coche de ocho toneladas enganchado en una rampa con un conductor que sale del coche y se pregunta “Pero ¿qué cojo***?“.



Como curiosidad añadir que en muy poco tiempo, el plan B se pone en marcha y que en apenas unos segundos, el séquito del presidente Obama rodea la limousina con sus vehículos para evitar que la gente siga presenciando el incidente y continuar el viaje de Obama a su siguiente destino.

El alcalde de Londres, un tipo muy chulo
El presidente de los Estados Unidos Barack Obama no se ha recuperado de un susto cuando le van a dar otro. Si esta mañana os hablábamos de un susto con su tanque limusina, los irlandeses se van a cobrar los desperfectos pero bien. Creíamos que la costumbre de despeluchar a los extranjeros que vienen de visita era typical spanish, pero no, en el Reino Unido también saben bastante de esta inmoral práctica.

Concretamente el alcalde de Londres, Boris Johnson ya avisó a Obama que pediría el cobro de la Congestion charge, broma que asciende a 10 libras (11,62 Euros aproximadamente) por vehículo. Pero esto no es lo mejor, en total, las multas por el Congestion Charge de Obama y su séquito la embajada estadounidense ascienden a la escalofriante cifra de 5,3 millones de libras (6,16 millones de Euros).

El alcalde Boris Johnson ya se está frotando las manos y comentó que las carreteras no estaban cerradas al tráfico durante su visita, esto según Johnson significa que los estadounidenses tendrán que “soltar la gallina”. Es lo que concretamente se conoce como una emboscada con mucho morro. Por su parte la Casa Blanca ha dicho que según la Convención de Viena sobre relaciones Diplomáticas estaría prohibido poner este tipo de multas/impuestos a misiones diplomáticas.

Si se pagan al final o no es una cosa que nunca sabremos, pero que el alcalde de Londres tiene una cara más dura que el granito queda fuera de toda duda.

Vía motorpasion.com

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