Desconocía que hasta la fecha no existía ningún punto de recarga para usuarios particulares en un garaje privado en nuestro país. El pionero ha sido un madrileño residente en el barrio de Atocha, que es usuario habitual de una motocicleta eléctrica Vectrix. Se ha instalado en una plaza individual, en el garaje de una comunidad de vecinos.
Desde que se cambió la Ley, no hace falta contar con el beneplácito de la comunidad, basta con informar al administrador y asumir el coste de la instalación, que es distinto por cada cliente. Nuestro protagonista, instalación aparte, se gasta 22 céntimos en electricidad cada 80 kilómetros que hace en moto.
La “caja” se conecta al cuarto de contadores, para que solo el abonado pague el consumo de electricidad. No se especifica, pero asumo que existe un mecanismo de control para que solo el dueño pueda usar ese punto de recarga. Como podéis ver, para ser un pionero eléctrico no es necesario tener un chalet con parcela… ni ser rico.
La Vectrix VX-1 es una forma bastante económica de moverse de forma eléctrica, sobre todo comparada con un coche eléctrico. Cuesta 6.529 euros, incluyendo los 1.200 euros de subvención a la que tiene derecho. Se carga en 2 horas y media al 80%, en 4 horas una carga completa.
En ciclo urbano las baterías NiMh aguantan unas 5 horas (entre 50 y 100 kilómetros dependiendo del estilo de conducción), la velocidad está limitada a 110 km/h. Como equivale a una motocicleta de 125 cc, basta con el permiso de conducir normal para conducirla.
Una prueba de la Vectrix VX-1 el año pasado, echadle un vistazo si tenéis más curiosidad.
Fuente | Going Green
Visto en motorpasion.com
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