Del 30 de septiembre al 3 de octubre, el espectáculo 'Forever King of Pop' redescubre la carrera de Michael Jackson en el Teatro Alameda de la capital en un espectáculo hecho «para olvidar los problemas». La función no es un musical, sino que se acerca más a un concierto, en el que bailarines, músicos, un coro gospel y hasta un joven 'Michael' de 8 años, repasarán los éxitos del artista, fallecido hace un año. Uno de los encargados de encarnar al protagonista es Francisco Jackson, su doble oficial en España, que ayer desveló algunos detalles de la función.
-La obra se presenta como «la mejor producción tributo hecha en el mundo». ¿Qué se siente al participar en ella?
-Para mí es la coronación a todos los años que llevo haciendo de Michael Jackson por todo el mundo. Jamás hubiese pensado llegar hasta aquí. Sí es verdad que es una mezcla de alegría y nostalgia, porque se ha hecho ahora que Michael Jackson ha fallecido, entonces tienes ese vacío.
-¿Cuántos años lleva haciendo de Michael Jackson?
-Empecé a los 18 a imitarlo profesionalmente y cumplo ahora en septiembre los 34.
-Entonces no le costaría nada prepararse el personaje.
-Claro. El trabajo ha sido más bien el de adaptación con los bailarines. Aunque hay canciones que yo no había hecho en mis espectáculos, como 'They don't care about us', una de las últimas. Pero vamos, que ha sido fácil.
-Para conseguir su parecido con el artista. ¿Necesita largas sesiones de maquillaje?
-En mi caso, media hora, entre maquillaje y peluquería.
-¿Impone mucho encarnar a un personaje tan carismático?
-Son tantos años que imponer no es la palabra. Sí que es verdad que al estar mirado con lupa, para bien y para mal, tienes esa gran responsabilidad de no poder permitirte ni el más mínimo fallo. Al menos yo no me lo permito. Aún así, Michael Jackson es único y me veo constantes fallos, pero se lleva bien porque la gente te da la respuesta en cada función y es lo que te lleva a superarte cada día.
-¿Le parece justo este homenaje al Rey del Pop?
-Me parece el homenaje perfecto. Más sería una ostentación, un querer y no poder. Y menos sería mediocre.
-¿Cree que en vida Michael Jackson fue lo suficientemente homenajeado?
-Michael en vida siempre fue un incomprendido, no se le escuchó como debiese. Era una persona que destacó, no sólo artísticamente, sino por su bondad o su forma de ver la vida. Pagó la obsesión por una infancia perdida o sacrificada y no se le entendió que, a lo mejor con 50 años, uno pueda tener sus momentos de locura y comportarse de una manera más infantil, viendo películas de dibujos. Algo que veríamos normal en cualquier padre.
-¿Se trató injustamente a Jackson?
-Aquí la diferencia es que era Michael Jackson, alguien muy fácil de parodiar, malinterpretar y con el que generaban mucho dinero haciendo todo eso. Entonces, pagó el precio de la mala prensa. Pero bueno, hasta después de muerto se está haciendo justicia. La gente no es tonta y ahí está toda su obra.
-¿Cómo afectó la muerte de Michael al proyecto?
-Fue un caos. Se paró una semana porque, con su muerte, estaba el miedo de que se tomase el espectáculo como algo oportunista. Pero algo que es oportunista no se puede estrenar a los tres meses en Madrid. Entonces siguieron adelante, dando giros al guión y cambiando detalles que daban ese sentido de homenaje que tiene el espectáculo.
-¿El público se queda sentado en la butaca o se pone a bailar durante la función?
-No, no. Para nada. En cuanto empieza la magia, el público se desenfrena y baila, grita, aplaude... Es una actuación que unifica a diversas generaciones.
-Habrá poca gente que no conozca alguna canción de Michael Jackson...
-Alguna se sabe, seguro... Es un artista universal que no ha pasado para nadie inadvertido.
-¿Entre el equipo hay muchos admiradores del Rey del Pop?
-Totalmente. Pero además de los de tatuaje y todo (risas).
-El espectáculo dura más de dos horas, ¿se han quedado muchas canciones fuera de la selección?
-Muchas. En el primer boceto que se hizo, el espectáculo cuatro horas largas. Era inviable. Hubo que cortar. Algunas se han tenido que fusionar en 'medleys'. Las más representativas y los números uno están. Todo el mundo tiene su canción en este espectáculo.
-¿Usted con cuál se queda?
-Me quedo con mi canción icono de Michael Jackson, 'Billie Jean', con el sombrero, el guante, los mocasines y solo en el escenario.
-En el espectáculo hay sitio para números de bailes ,¿también alguno más emotivo?
-Sí. Hay números muy emotivos, baladas, otros muy cañeros como 'Smooth criminal', 'Jump', 'Beat it', números de terror, como 'Thriller', alegría, desenfreno, canciones de los 80... Hay de todo.
Vía | Diario elsur.es
Vía | Diario elsur.es
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