Redacción del 20minutos:
El pasado domingo, Evo Morales se encontraba inaugurando el césped sintético de un campo de fútbol en la capital de Bolivia, con la disputa de un partido que dejaría una imagen surrealista... e inesperada.
En el partido de fútbol amistoso entre el equipo de Palacio de Gobierno y el de la Alcaldía de La Paz (formado por miembros de la oposición), al presidente de Bolivia no se le ocurrió otra cosa que tomarse la justicia por su mano (había recibido una entrada dura hacía unos instantes) agrediendo sin sentido alguno a un contrincante.
La Policía y el alcalde Luis Revilla tuvieron que entrar en el campo para calmar los ánimos
Daniel Cartagena había una dura patada al presidente boliviano en la pierna, lo que provocó minutos después la airada reacción de Morales, que pegó un rodillazo en la entrepierna de su adversario.
Lo curioso de todo, además de la reacción de Evo, fue que el presidente no resultó expulsado. El juego se encontraba parado por la expulsión de dos jugadores, uno de cada equipo, por lo que el árbitro no pudo ver esta reacción de Morales.
Incluso la Policía y el alcalde Luis Revilla tuvieron que entrar en el campo para calmar los ánimos de un partido que acabó finalmente con empate a 4.
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