Trece millones quinientos mil. Esa
es la cifra exacta de cupones que la ONCE ha sacado a la venta y de los
que ya no queda ni uno. En el bolsillo de cada participante, se
encuentra un boleto que encierra la esperanza de "pillar" el gran
premio.
A lo largo de todo el día varias personas han recorrido
el centro de Madrid buscando esa ilusión y todos se han vuelto a sus
casas con las manos vacías. La respuesta de cada vendedor, con matices,
era siempre la misma: “no me quedan cupones.”
Por lo bajo, un hombre preguntaba, -Oiga señora, y de reventa, ¿sabe de alguien?
La vendedora respondía solemne: “La ONCE no hace reventa y ni se le
ocurra. No sería la primera vez que fotocopian cupones y se ponen a
venderlos”.
A los presentes nos enseña una máquina, parecida a un
lector de tarjetas de crédito: “Todos los vendedores tenemos una de
estas, si el que te lo quiera vender no la tiene, desconfía”.
“Los cupones están prácticamente agotados”, afirman desde la ONCE, “estamos muy sorprendidos y satisfechos con la respuesta de la gente porque se ha generado un fenómeno social. Hay muchísima ilusión por este sorteo”.
Pese a que pinta complicado, seguimos con nuestra odisea, algunos vendedores ya antes de llegar comienzan a negar con la cabeza:
“Ya sé a por lo que vienes, no me quedan desde el lunes”, afirma uno
situado frente a la entrada de metro de Sol. Y entre conmovido y
orgulloso continúa: “Y me parece que a estas alturas va a ser bastante
difícil que encuentres algo”.
A medida que me alejo de la plaza una mujer con chaleco florescente se acerca: -compro oro, compro oro. -Y yo un cupón para mañana- afirmo.
“Uy, está dificilísimo. Yo ayer mandé a mi hijo por aquí y no encontró
nada. Esta mañana le he mandado por nuestro barrio, San Fermín Orcasur, y
ha encontrado a un vendedor que tenía, pero sólo le quedaban cinco”.
“Es muy bueno el premio, muy bueno”, comenta emocionada, “ay hija, a ver si tenemos suerte y nos toca”.
Razón
no le falta a la mujer, la organización decidió rendir homenaje a su
nombre celebrando este once de noviembre de 2011 (11-11-11) un sorteo extraordinario con un premio de 11.000.000 de euros y 11 de 1.000.000.
Con esas cifras en la cabeza nos vamos alejando del centro pero las respuestas no mejoran: “A mí se me acabaron todos el martes”, dice uno. “Si no habéis venido cien preguntando, no habéis venido ninguno”.
No
cesamos en nuestro intento, pero vendedor al que vamos, vendedor que
nos dice que no. “Ojalá tuviera. Las ganas”, afirma otro, “mi mujer ha podido comprar hoy dos en Yejas, un pueblo de Toledo, pero en Madrid dudo que quede alguno. Prueba en algún estanco o gasolinera, pero no esperes mucho”.
Y
allá que vamos: “Hoy ha venido un montón de gente preguntando”, nos
dicen en un estanco, “ya les hemos dicho que ni lo intenten. Es normal,
la crisis aprieta y la gente prueba”.
Sin embargo, desde la ONCE desmiente que sea la situación económica actual la que haya llevado a este furor por el sorteo:
“No se debe a la crisis porque desde que comenzó hace tres años hemos
caído en ventas. Creemos que se debe más a que hemos conseguido que
suene mucho, la fecha es emblemática, y la gente ha comenzado con el
boca a boca”.
Nuestro periplo continúa, pero el cupón sigue sin aparecer. Una vendedora trata de animarnos: “No te preocupes, verás que el próximo año sacan otro sorteo para el 12 del 12 de 2012.
A este le han dado mucha importancia porque coincide con su nombre,
pero verás como al próximo también hacen un sorteo igual, estate atenta y
compra antes”.
(Vía)
1 comentario:
Siempre estoy con esa esperanza que dices en el bolsillo porque la verdad que no me vendría nada mal poder ganar esto , estoy cansado de trabajar como un perro y ganar poco y tener que vivir de cupon de descuentos así que espero ganar algo así algún día.
Saludos.
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