Danny Trejo, un duro entrañable

Profundas marcas en el rostro, aspecto de recluso y cara de pocos  amigos. Éstas son las señas de identidad de Danny Trejo, el actor que  acaba de alcanzar el estrellato gracias a sus papeles en “Machete”,  donde interpreta a un ex agente federal mexicano que acepta asesinar a  un senador norteamericano corrupto; y “Predators”, en la que encarna a  uno de los peligrosos asesinos de un grupo encabezado por Adrien Brody.

Una presencia única
Aunque  la fama como actor principal le ha llegado cuando tiene 66 años, sus  papeles secundarios han convertido al intérprete de origen mexicano en  una presencia única, insustituible y casi entrañable en cualquier  thriller o película de acción que se precie.

Así lo certifica su  primo segundo, el realizador Robert Rodríguez en las notas de  producción de uno de los últimos estrenos del intérprete, “Predators”:  “En el guión escribieron: ‘un tipo del estilo de Danny Trejo’, y yo dije  que no podían poner esas palabras. No existe otro Danny Trejo.  Cualquier otra persona que consigamos va a ser una decepción. Yo acababa  de emplear a Danny Trejo en “Machete” y no quería meterlo a empellones  en este proyecto. Así que nos pusimos a buscar a otro actor. Pero no hay  ninguno que tenga esa condición de icono, que es lo que le hace grande.  No hay más remedio que conseguir a Danny”.



No obstante, los días de gloria que vive el intérprete en los últimos tiempos no ocultan un pasado verdaderamente duro. Nacido el 16 de mayo de 1944 en los Ángeles, California, el actor de origen mexicano conoció de primera mano el mundo de las drogas y el crimen desde muy pequeño.

A la temprana edad de ocho años probó la marihuana, cuatro años más tarde le llegó el turno a la heroína y, poco después, empezarían sus frecuentes entradas y salidas de la cárcel, a consecuencia de sus robos a mano armada o delitos relacionados con las drogas. Durante su estancia entre rejas, el actor aprovecharía para iniciar su desintoxicación y hacerse un nombre como campeón de boxeo.

Un largo camino hacia el estrellato

Ya  fuera de la prisión, Trejo, que se sometía a un programa para dejar la  cocaína, conoció a un hombre que le facilitaría su primer trabajo en el cine. Fue como convicto en “El tren del infierno”, la película de Andrei Konchalovsky. La ficción parecía imitar a la realidad.

Corría  el año 1985 y la suerte cambió para Trejo. A partir de ese momento, el  actor empezó a intervenir, con papeles de mayor o menor importancia, en  numerosas películas y series de televisión, entre las que destacan,  entre otras muchas, “Contra el muro”, “Heat”, “Con Air. Convictos en el  aire”, “Los renegados del Diablo” o la serie “Mujeres desesperadas”.

En  la mayoría de ellas, el intérprete aparece como presidiario o matón,  dejando patente que sus años en la cárcel le habían marcado no sólo en  su vida personal, sino también en la profesional. El actor se ha lanzado  también al campo de la producción donde destaca su labor en filmes de  pequeño presupuesto como “The Animal Factory” o “High Hopes”.

Sin  embargo, pese a su buena fama en Hollywood, su carrera no hubiera sido  la misma sin el apoyo del cineasta Robert Rodríguez. Con el director  mexicano ha rodado alguna de sus cintas más conocidas, como “Desperado”;  “Abierto hasta el amanecer”, la saga “Spy Kids”, “Grindhouse” o, claro  está, “,”Machete”.

Machete

Aunque  ha tardado unos años en materializarse, la idea de convertir a Danny  Trejo en protagonista de un largometraje surgió durante el rodaje de  “Desperado”, donde el intérprete tenía un papel secundario.

Durante  la filmación, los habitantes de los pueblos en los que trabajaba el  equipo del largometraje creían que Trejo era el verdadero protagonista y  no el malagueño Antonio Banderas. Fue entonces cuando Robert Rodríguez  le prometió a Trejo que algún día dirigiría una película donde él  asumiría el papel principal.

Los años pasaban y, mientras Trejo  insistía una y otra vez en el proyecto, Rodríguez le iba dando al actor  personajes secundarios en gran parte de sus largometrajes como director o  productor.

Uno de ellos, el de la saga “Spy Kids”, se llamaba  precisamente Machete. No fue, sin embargo, hasta “Grindhouse”, el  peculiar homenaje a la serie B perpetrado por Robert Rodríguez y Quentin  Tarantino, cuando Trejo pudo ser el protagonista de… un falso tráiler  titulado precisamente “Machete”.

No obstante, la repercusión de  esta pequeña pieza, donde se veía al actor como un fiero pistolero  mexicano, permitió que Rodríguez diera luz verde a un largometraje  homónimo protagonizado por el intérprete. El resultado se acaba de ver  en la 67ª Mostra de Venecia.



Mirando hacia atrás sin ira

Pese  al éxito, Danny Trejo no ha tratado nunca de esconder su tormentoso  pasado, tal y como se puede ver en “Champion”, un documental donde,  entre otras cosas, rememora sus experiencias en la cárcel y visita  emocionado una de las celdas en la que estuvo encerrado.

La  cinta nos muestra, además, que, tras esa cara de duro, existe un hombre  entrañable que, desde la sabiduría que da la propia experiencia, dedica  gran parte de su vida a evitar que los jóvenes caigan en el infierno de  las drogas y la delincuencia.



Vía lainformacion.com