Navegando por ahí me topé con este interesante post en el que se habla de la buena o mala suerte.
Personalmente sí creo en la suerte, o en lo que se parezca y se llame de otra manera. No creo en el sentido que leeréis en el que uno se ata a ella y permanece impotente con un "a ver qué pasa", sino que peleo porque las cosas me vayan lo mejor que pueda. Ahora bien, no me negaréis que los hay que nacen con un peazo de floripondio que les permite tenerlo todo (o casi todo) sin despeinarse.
Ahí va ese genial artículo:
La mayoría de las personas cuando sus cosas van mal, afirman que tienen mala suerte. La mayoría de las personas cuando sus cosas van bien, afirman que tienen buena suerte.
¿Cuales de esas personas tienen la razón?: ¡Ninguna de ellas!
En realidad, la buena o mala suerte no existe. Lo que solemos denominar así, son los resultados que obtenemos y lo que genera dichos resultados son nuestras actitudes y no ningún factor ajeno y misterioso.
Y considero que es sumamente negativo el creer en la suerte, porque tal creencia nos hace depositar los logros que anhelamos en manos que no son las nuestras. Por ejemplo, el razonamiento que podemos hacer es: "Si me va mal es porque tengo mala suerte y por tanto, no tendría sentido que hiciera algo para cambiar mi situación". En otras palabras, el creer en la suerte nos sitúa en una posición de impotencia. "Nada depende de mi".
¿Qué es la suerte?
Llamamos "suerte" a un resultado. Y todo resultado, es producto de una acción. Y toda acción, es generada por nuestros pensamientos. Y todo pensamiento es fruto de nuestros esquemas mentales.
Por lo tanto, la suerte es el resultado de nuestros esquemas mentales, de cómo pensamos acerca de la realidad, de la vida y sobre todo, de nosotros mismos y nuestras posibilidades.
¿Alguna vez observaste que las personas positivas, alegres y confiadas en la vida y en sí mismas, generalmente tienen buena suerte? ¿Será casualidad?
¿Alguna vez observaste que las personas negativas, depresivas, crónicamente enfadadas y escépticas, generalmente tienen mala suerte? ¿Será casualidad?
En el primer ejemplo, ¿será que la buena suerte las elige? En el segundo ejemplo, ¿será que la mala suerte las elige?
En ambos casos, son ellas quienes eligen el tipo de suerte que tienen.
El factor que establece la diferencia
Algo que todas las tradiciones culturales han sostenido desde la más remota antigüedad y que hoy confirma la ciencia moderna en especial a través de los descubrimientos de la Física Cuántica, es que nuestros pensamientos, literalmente, crean nuestra realidad.
Por medio de mecanismos aún no suficientemente explicados, nuestro cerebro se "magnetiza" con los pensamientos que generamos y actúa como un potente imán que atrae a las personas y circunstancias afines con lo que pensamos.
Un viejo refrán del Taoísmo chino, sostiene que "si crees que puedes, tienes razón y si crees que no puedes, también tienes razón".
El cómo pensamos y qué pensamos, es el factor que establece la diferencia entre "buena" y "mala" suerte!
La moneda de la suerte
Todos tenemos en nuestro poder una "moneda de la suerte" y nos acompaña durante el transcurso de toda nuestra vida.
Como toda moneda, tiene dos caras.
En una de sus caras tiene inscripto: Actitud Mental Positiva. En la otra, dice Actitud Mental Negativa.
Según qué cara elijamos mirar, pensaremos. Según cómo elijamos pensar, actuaremos. Y según cómo elijamos actuar, cosecharemos resultados ("buena" o "mala" suerte).
Algunas personas optan por ver la cara que dice A.M.P. y logran atraer a sus vidas a las personas y circunstancias necesarias para alcanzar sus objetivos.
Otras personas, optan por ver la cara que dice A.M.N. y logran repeler de sus vidas a las personas y circunstancias necesarias para alcanzar sus objetivos.
¿Cuál cara de la moneda tú sueles mirar?
¿Cuáles han sido hasta ahora los resultados que obtuviste?
Si te caracterizas por tener una Actitud Mental Positiva, te felicito. Y si te caracterizas por tener una Actitud Mental Negativa, también te felicito.
También te felicito porque ahora tienes una maravillosa oportunidad de cambiar. Nuestras vidas son demasiado breves, como para desperdiciarlas en el malvivir.
Comienza ya a imaginar cómo será tu vida, cuando atraigas la buena suerte y no le pongas límites a tu imaginación, pues ella es una de las más poderosas herramientas que tendrás que utilizar.
Y mientras tanto, hazte las siguientes preguntas:
- ¿Cómo es generalmente mi actitud mental?
- ¿Cuando me propongo algo, lo hago lleno/a de confianza o dudo de mis posibilidades?
- ¿Me considero capaz de alcanzar mis objetivos?
- ¿Me atrevo a "apuntar alto" o pienso que me conformaré con lo que sea?
- ¿Si reviso mis logros del pasado con qué actitud mental me doy cuenta de que actué?
- ¿Y si reviso aquellas circunstancias en que no logré lo que quería?
Espero que te concedas el tiempo necesario para realizar este ejercicio de autocomprensión, pues estoy segura de que te será muy valioso.
Vía http://wiccacelt.blogspot.com/
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